La concepción del futuro Alfonso XII vino acompañada de escándalo y
maniobras para desviar la atención de uno aún mayor si se descubría quién era
el objeto de las apetencias reales y el pasado negro que vinculaba por
parentesco de hermanos con la reina Isabel II a este anónimo donante genético a
la real estirpe, muy a su pesar. La cortina de humo sobre el oficial de
ingenieros Enrique Puigmoltó y Mayans fue tan eficaz que pasó a la historia
como el padre de Alfonso XII; lo más notable es que todavía hoy historiadores y
afamados escritores sobre la vida de Isabel II lo dan por sentado sin matizar
que dicha paternidad tan solo se basa en un rumor, eso sí, expandido al máximo,
y que trasladado a nuestro contexto actual, denominaríamos viral.
Por las mismas fechas en que se ocultaba
el affaire secreto de la reina con el entonces comandante de artillería
Federico Puig Romero, recurriéndose para ello a falsear documentos, algo ya
manido en el pasado de Federico junto a Fernando VII, padre de Isabel II, el
desprestigio de la dinastía Borbón era la comidilla en la prensa extranjera.
La monarquía siempre ha sido intocable en España, y los métodos
borbónicos eran practicados con destreza en 1857. El 7 de marzo, recién
concebido el nuevo vástago de la reina con tíos por rama materna y paterna presuntamente
hermanos entre sí, escribe un informe el embajador británico Howden, según
detalla Isabel Burdiel(1), aludiendo a la salida hacia París y Londres de un
enviado de la Corte con 40.000 dólares entregados por la reina con el propósito
de comprar a la prensa inglesa y francesa. Las instrucciones que llevaba consistían
en lograr el máximo de benevolencia periodística con Isabel II: «que pueden abusar
todo lo que deseen del gobierno pero no de la Familia Real […] pero si los
editores son muy rapaces pueden abusar a su vez cuanto quieran del marido de la
Reina con tal de que dejen en paz a Su Majestad […] lo he sabido por personas de
la prensa de Londres y París que han estado en contacto con dicha persona y sé
también que han tenido éxito con dos periódicos franceses y un periódico inglés
ha cambiado su tono de la manera más notable»
Años después, el 22 de junio de 1866
Federico Puig Romero sería víctima de un atentado que el gobierno de la reina
encubrió como parte de la sublevación iniciada en el cuartel de San Gil. La
prensa de nuevo trabajó al servicio de la corona y permitió ocultar las
auténticas circunstancias de este asesinato que volvió a ser noticia en la
prensa de 1872, ya fuera del trono Isabel II y los borbones desde 1868,
culminando el debate político con la disolución del cuerpo de artillería, la
salida del rey Amadeo I de Saboya y la proclamación de la primera república en
España.
En 1876, recién restaurada la dinastía
Borbón en la figura de Alfonso XII, presunto hijo de Federico Puig
Romero, un historiador reputado colaboraría para falsear este asesinato
y zanjar las especulaciones en torno a este. Voces desde el más allá de la historia descubre todas estas
manipulaciones en las que está involucrada la dinastía Borbón a lo largo de los
sucesivos reinados desde Fernando VII, aportando pruebas hasta ahora ignoradas.
Los métodos de controlar la información que llega al vulgo siguen vigentes pero
ya no es tan sencillo mantener la monarquía acorazada. La verdad, como el agua,
siempre se abre paso…
(1)Isabel II una biografía (1830-1904),
Editorial Taurus, 2011 (obra premiada con el Premio Nacional de Historia organizado por esta editorial).
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