Infante Enrique María de Borbón. La Ilustración de Madrid. 1870. |
Los borbones siempre sorprenden, y más si empezamos a escarbar en el pasado, algo a lo que me he aficionado a lo largo de mis investigaciones, especialmente en todo aquello que es inédito y considero relevante. En el caso de los Borbón, no todo está dicho, y en esa labor, que inicié con mi libro Voces desde el más allá de la historia, más la novela basada en ello, Alfonso XII y la corona maldita, enfoqué este trabajo a la terrible historia que hubieron de vivir mis antepasados a causa de la dinastía Borbón, con la cual estoy vinculada en parentesco de ancestro común con el rey emérito Juan Carlos de Borbón.
Pero hay muchos más secretos guardados que iré poco a poco desvelando. Entre ellos, la demanda de divorcio mantenida en secreto de un infante de España. He hallado el documento que lo demuestra, y tan misterioso fue el asunto que que ni siquiera tiene fecha aunque sí datos que permiten aproximarla. Se trata de los Autos de Enrique María de Borbón, infante de España y su esposa sobre desavenencias y demanda de divorcio (1).
Esto nada tiene que ver con la pareja feliz descrita por la revista Hola:
El matrimonio, descrito por diversas fuentes como feliz y compenetrado, tendrá cinco hijos (2).
El documento de esta petición de divorcio comienza así:
Habiendo conferenciado detenidamente sobre las desavenencias últimamente ocurridas entre el Serenísimo Sr. Infante D. Enrique María de Borbón y su esposa, y enterado de los antecedentes que lo han precedido…
El escrito incluye a continuación doce consideraciones que van en la línea de evitar a toda costa los escándalos que puedan perjudicar a la familia real, lo que se refleja en expresiones como
Opinamos que esta clase de cuestiones no se llevan nunca a los tribunales por los disgustos y escándalos que producen…
O bien:
Tratándose de personas de la alta clase y jerarquía a que S.A. corresponde, esto sería mucho más inconveniente y además en extremo peligroso dar publicidad a sus discusiones domésticas…
Sobre el tipo de desavenencias parece que se producían situaciones muy peligrosas:
Que las desavenencias objeto de esta consulta han llegado a punto, según se nos ha informado, de poder ocasionar algún día un grave conflicto cuyas consecuencias pudieran ser funestas.
De ahí que le aconsejen al infante medidas que eviten los peligros del momento. Pero más que el grave conflicto de la pareja, interesa que no empañe a quien está arriba:
...esta prudencia es doblemente necesaria en los casos en que, como el presente, cualquier escándalo puede ser trascendental a objetos y personas que importa sobremanera conserven todo su prestigio y autoridad.
De lo que se concluye:
...no habiendo en este caso, ni pudiendo ni debiendo haberla, separación legal...
Y por supuesto, que no se haga nada sin que se entere la reina Isabel II:
Que nada debe hacerse por personas correspondientes a la familia real sin el consentimiento y conformidad de la reina, jefe de ella.
Isabel II y Francisco de Asís Borbón. José Gutiérrez de la Vega y Bocanegra. 1847. Museo Nacional del Romanticismo. |
En este punto la advertencia sobra, pues no era la primera vez que el infante Enrique María de Borbón desobedeciera a la reina. Sus ideas revolucionarias no casaban nada con la monarquía, factor que pesó en la retirada de su candidatura a esposo de Isabel II, tocándole la lotería a su hermano Francisco de Asís, lo cual, por una parte libró al trono del peligro de un rey consorte de ideas liberales, pero en contrapartida, quedaba uno incapaz de procrear vástagos reales debido a su orientación sexual que valió a la reina de excusa para fertilizarse mediante donantes genéticos con los cuales procrear la real estirpe, entre quienes tuvo el dudoso honor de incluirse mi tatarabuelo Federico Puig Romero, de cuya contribución a tal cometido resultó el futuro rey Alfonso XII.
Elena Castellví Shelly, esposa del infante Enrique María de Borbón. Retrato de Federico Madrazo en 1851. |
Es así como en 1848 Enrique María pasó a ser el primer infante de España autoproclamado republicano, aunque en 1854 se mostró arrepentido y pudo recuperar sus títulos. Pero el arrepentimiento no tenía más motivación que lograr su regreso a España y poco después volvió a las andadas. En la etapa final del reinado de Isabel II, por defender a los liberales, perdió definitivamente sus títulos.
Enrique María de Borbón con sus cuatro hijos. Biblioteca Nacional de España. |
Ahora viene la gran pregunta: ¿Qué fecha tenía este documento de divorcio? Del documento sabemos que se realiza en Madrid y en su condición 10 dice:
Que en rigor de derecho teniendo los hijos más de tres años el padre puede disponer de ellos en el caso de separación legal como estime conveniente sin que la madre pueda oponerse bajo ningún concepto.
Y en el punto 3 de las recomendaciones:
Que si se está al rigor del derecho los cuatro hijos deben continuar al lado del padre…
Así puede concluirse que tenían cuatro hijos mayores de tres años a la fecha del documento. Sobre la prole del matrimonio se sabe que nacieron cinco hijos, tal como cita la revista Hola. En las fuentes consultadas hay unanimidad en las fechas de los cuatro primeros: Enrique en 1848, Luis en 1851 (muere antes de los tres años), Francisco de Paula en 1853 y Alberto en 1854. No obstante no está clara la fecha de nacimiento de la benjamina, María Olvido, coincidiendo el día y mes, 28 de noviembre, que algunos citan del año 1863, atribuyendo al parto la muerte de la madre el 29 de diciembre de ese año. Sin embargo, en fuentes más fiables el año en que nace María Olvido es 1858 (4). De haber nacido en 1863, la niña apenas tendría un mes al morir la madre, lo cual descarta que fuera una de los cuatro hijos mayores de tres años que se indican en el documento.
Y para que la niña sea mayor de tres años, la fecha del documento ha de ser posterior a 28 de noviembre de 1861. Por esta época Enrique había recuperado los títulos de su prima la reina, entre ellos el de infante, como se le cita en el documento. Podríamos ubicar por tanto, de forma bastante aproximada, esta demanda de divorcio en torno al año 1862, un año antes de fallecer la demandada, sobre la que se aconsejaba al infante enviarla a Francia a vivir con su hermana según la conclusión segunda:
Que creemos y les aconsejamos para evitar males acaso de grande trascendencia que se separen por algún tiempo trasladándose la sra. a vivir en Francia con su sra. hermana abonándole la pensión que sus necesidades y decoro exijan para sus alimentos, sobre lo cual deberán entenderse los sres. interesados sin necesidad de extraña intervención.
Evidentemente no se llegó a cumplir tal disposición, puesto que Elena Castellví falleció en Madrid un año después, muy oportunamente para Enrique. Igualmente, el fallecimiento de Enrique, seis años después que el de su esposa, resultó muy oportuno para el autor material de su muerte, su primo y eterno rival Antonio de Orleans. Enrique terminó trágicamente acribillado en el duelo en que ambos participaron el 12 de marzo de 1870. Se le privó del derecho a ser enterrado en El Escorial por no ser ya infante. En la sacramental de San Isidro se le hizo un funeral masónico, habiéndose iniciado en la logia Henry IV de París el 14 de marzo de 1868 (5).
Su hija María Olvido tomaría el relevo...
NOTAS:
(1) Archivo Cortina, Caja 145, Leg. 176, n. 1970.
(2) Revista Hola, 13 noviembre 2015:
https://www.hola.com/realeza/casa_espanola/2015111382030/enrique-de-borbon/
(3) La estafeta de palacio: historia del último reinado, Volumen 2, Ildefonso Antonio Bermejo, Madrid, 1871, págs. 723-725.
(4) Almanach de Gotha: annuaire généalogique, diplomatique et statistique,1894, pág. 492.
(5) Museo virtual de historia de la masonería
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